630935073 pedaton@pedaton.es

El del vino es uno de los mercados agroalimentarios estratégicos para España, uno de los tres países líderes en producción y en comercio internacional junto con Francia e Italia. Es difícil sintetizar en un post la complejidad de este mercado. La noticia de Javier Romera en El Economista destaca que Italia supera a España en el liderazgo en volumen, pero las diferencias son mínimas y es habitual que nos alternemos con ellos. Donde estamos muy, pero que muy lejos, de Francia e Italia es en el ranking de valor (gráfico de la derecha).

Si tuviera que destacar dos rasgos estratégicos de este mercado serían:

▶️ Es un mercado donde el gran crecimiento, especialmente en los grandes mercados consumidores, se está produciendo en valor (vía precio) y no tanto en volumen; por tanto, competir por volumen no puede ser la estrategia de las más de 4.000 bodegas españolas, solo de aquellas, y en España hay algunas, que saben competir en esta estrategia.

▶️ Es claramente un mercado global, donde el comercio internacional (exportaciones + importaciones) crece más que el consumo local; por ello la internacionalización no es una opción para las bodegas españolas, es un “must”.

En mi opinión hay dos factores que limitan la capacidad de España para competir en estas dos “avenidas estratégicas”; y son factores más “mentales” que reales.

▶️ El primero, ligado a la competencia por el valor es que España sigue siendo el gran exportador de graneles, es decir exportamos a granel vino que se embotella en destino (nadie apenas consume vino a granel). Sin perder la posición competitiva en el negocio de graneles, es necesario que el mix exportador del vino español migre hacia el vino embotellado

▶️ España es una potencia hostelera, pero el “amor” a este canal no debe hacer perder foco en la alimentación y la exportación; un adecuado equilibrio de canales es crítico para cualquier bodega a largo plazo

Dicho lo cual, soy tremendamente optimista sobre el futuro del vino español desde el convencimiento absoluto de que dispone de la mejor relación calidad-precio del mundo. Ayer en Málaga disfrutaba de un excelso Chardonnay de mi tierra, Somontano, por 16€ en restaurante. La “broma” en, pongamos Londres, me habría salido por más de 75 o 100 £. Así que disfrutemos del vino español también en España.